Enlace a guía insuficiencia cardíaca, coordinación con atención primaria, funcionamiento unidad de insuficiencia cardíaca.
1.1. Definición.
La insuficiencia cardiaca (IC) es un síndrome constituido por una constelación de signos y síntomas típicos, entre los que destacan la fatiga, la disnea o la congestión, que responde a la existencia de una anomalía cardiaca estructural o funcional que ha de ser evidenciada objetivamente y que, en definitiva, supone una alteración de la capacidad del ventrículo para llenarse de sangre o para expulsarla, o ambas. Tras el diagnóstico del cuadro clínico hemos de empeñarnos en buscar una causa subyacente que lo explique. Cualquier alteración cardiaca asintomática ha de considerarse potencial precursora de la IC sintomática, suponiendo su aparición, la fase final de la enfermedad subyacente, cuando los mecanismos compensadores se tornan ineficaces. Y en la práctica clínica ha de concebirse la IC de esta forma, es decir, como un continuo. Esta idea se sintetiza en la consideración realizada por la ACC/AHA, que distinguen 4 etapas de la enfermedad.
1.2. Clasificación de la IC en base a los síntomas. Clasificación funcional.
Goza de gran difusión la clasificación funcional de la New York Heart Association (NYHA) que establece 4 grados:
Grado I: la actividad habitual no causa síntomas de IC.
Grado II: La actividad física habitual produce síntomas.
Grado III: Actividades físicas inferiores a la habitual producen síntomas.
Grado IV: Incapacidad para realizar cualquier actividad sin síntomas. Los síntomas pueden estar presentes incluso en reposo.
1.3. Insuficiencia cardiaca con función sistólica conservada o deprimida.
Esta clasificación fisiopatológica se refiere a la posibilidad de que el paciente con signos y/o síntomas de IC presente una fracción de eyección del VI (FEVI) deprimida (<50%) o conservada (>50%).